En esta ocasión nos decidimos por recorrer Teruel, gracias a una ruta de tres días que atraviesa la provincia de norte a sur y que fue preparada por Fernando, Tatane, Ángel y Ana, durante el verano.
Salimos de Madrid el viernes 29 por la tarde, ya que el inicio de la ruta estaba a tres horas de carretera y preferíamos estar más descansados al dia siguiente.
Comenzamos levantándonos pronto, como siempre, salimos desde Gargallo, y no tardamos mucho en hacer la primera paradita para el aperitivo como es de rigor en nosotros, y fue aquí donde Juan Carlos nos sorprendió con su ultima compra “una fantástica cocina portátil a gas” que había adquirido en una gasolinera a precio increíble, pero a él le quedaba una duda para dar un veredicto sobre el novedoso producto que incluía encendido automático. ¿Cuanto duraría la carga del gas?; debido a esto cada vez que hacíamos una parada, JC sacaba su cocina y preparaba unas judías blancas o unos callos, daba igual la hora o el numero de comensales a repartir.Veredicto final después de que todos estuvieran hasta arriba de judías. ”El gas dura mucho” conclusión: Muy buena compra.
Todavía nos quedaban muchos kilómetros por unas pistas fáciles de transitar que esperábamos encontrar con barro, pero la falta de lluvias en la zona no lo hizo posible.De todas maneras los paisajes no defraudaron a nadie, pese a que vimos algunas zonas de monte quemadas por los incendios, fue muy interesante también pasar por el parque geológico de Aliaga donde pudimos admirar su orografía e incluso recoger algún fósil de conchas.Llegamos a buena hora, como no es habitual, al hotel situado en la localidad de Villafranca del Cid, donde pudimos darnos una ducha tranquila y salir a cenar a un restaurante del cual alguno salio añorando a JC y su cocina con judías.
Después de la copichuela de costumbre en el garito del lugar y departir sobre algunos planes de viajes, nos vamos a dormir.
El domingo 30 salimos rumbo a Sarrión con un dia soleado.Las pistas trascurren por las crestas de las montañas, se disfruta de enormes cortados verticales que impresionan desde dentro del coche y ofrecen unas vistas fantásticas con paisajes muy diferentes debido a los cambios de altura y vegetación. Tambien se pueden ver grupos de corzos por los riscos.
Por el camino nos cruzamos con muchos cazadores y en un árbol vimos colgados tres jabalís, lo que causó diferentes opiniones sobre la caza.
Llegamos al hotel a una hora prudente (increíble y dos días seguidos). Santi entonces repartió los aperos para que cada uno se pusiera lo más feo o macabro que pudiera, pues era noche de Halloween. Cada uno se las ingenió como pudo y tras hacer las prácticas de sustos por los pasillos del hotel (para desgracia de Tatane), salimos a cenar a un restaurante donde hicimos el silencio de los clientes al entrar y al salir del mismo. Después de cenar muy bien en este lugar, nos dirigimos a una fiesta de disfraces en la discoteca “móvil” del pueblo (era un edificio, ¿porque se llamaba móvil?, uno de los misterios de la noooooche).
El Lunes dia 1 salimos con un dia frío y nublado hacia el tramo más alto de la ruta que nos llevaría a 2057 metros de altura del pico Javalambre donde la temperatura era de 1 grado centígrado. Este tramo lo esperábamos con nieve y hubiera sido fantástico tanto por la conducción como por la vista de grandes praderas nevadas, donde disfrutar también de la nieve (no doy ideas por egoísmo). Pero, por el camino, además de los paisajes pudimos ver un recuerdo de la historia de nuestro país en el encuentro con lo que fueron unas trincheras de la Guerra Civil, situadas en plena sierra sobre los precipicios para controlar el paso por los caminos. Mirando por los huecos donde debían sacar las armas para disparar, se podían ver hojas de periódicos de la época que se habían adherido al hormigón cuando fue construida la trinchera, sacamos fotos para intentar leer algo de lo que decian. Impresionante el lugar. De hecho parece que están acondicionando la zona para la visita con carteles informativos.
En definitiva tres días fantásticos,con posibilidad de hacer fotos muy bonitas, donde disfrutamos mucho en compañía del mejor equipo que se pueda desear para disfrutar de esta actividad.
Volveremos cuando este nevado.
Jorge