Un extraordinario viaje, cuyo objetivo fue llegar al mítico Monte Ararat, atravesando Grecia y Turquía. Una experiencia inolvidable.
Se divide en las siguientes etapas:
1. Madrid – Barcelona – Italia – Grecia
2. Grecia – Estambul
3. Estambul – Safranbolu – Amasya
4. Amasya – Nemrut
5. Nemrut-Ahlat-Ararat-Van
6. Van-Kurdistan-Mardin
7. Mardin-Urfa-Harran
8. Urfa-Gaziantep-Karamanmaras
9. Karamanmaras-Capadocia
10. Capadocia-Konya-Cirali
11. Cirali-Kannakale
12. Kannakale-Grecia
Madrid – Barcelona – Grecia
Cogimos en Barcelona un el ferry de «Grimaldi», que sale a las 19:00 y tarda 20 horas. Es cómodo y agradable, aunque no se come muy bien. Desde Civitavecchia seguimos por carretera a Brindisi, pero no daba tiempo a tomar el mismo día el ferry para Grecia, así que decidimos pasar un noche en Roma y continuar el viaje al día siguiente. Distancia de Civitavecchia a Brindisi: 621 Km (541 de autopista). 6 horas. El ferry a Grecia (423 €) sale a las 21:00, con GA FERRIES, http://www.ferries.gr/myway/
Grecia – Estambul
Desde el puerto de Igoumenitsa tomamos la autopista (114 Km), y a la hora de comer estábamos en la impresionante Meteora, que estuvimos visitando antes de continuar nuestro viaje.
Meteora, en la Grecia central, designa tanto un lugar como, sobre todo, el conjunto de monasterios bizantinos que alberga. Todos ellos están construidos en lo alto de una especie de columnas naturales, y antiguamente sólo se podía acceder a ellos por medio de rudimentarios ascensores de tracción animal o humana. Datan de finales del imperio bizantino y su ubicación obedece tanto a razones defensivas como a un deseo de aislamiento. Las comunidades que los habitaron recibían el curioso nombre de «estilitas», ascetas llamados así por vivir sobre un stylos (columna).
Comemos en el resturante “Elias Garden”, en la carretera de Kalambaka, justo al desvío de “Meteora”.
Seguimos el viaje hasta Tesalónica (bonita y tranquila ciudad en la costa noreste de Grecia), donde nos alojamos en el hotel Best Western.
A la mañana siguiente, continuamos el viaje, parando en Alexandropuli, ya muy cerca de la frontera turca. Aquí dormimos en el Hotel Park, peuqeño y con piscina.
A la mañana siguiente viaje hasta Estambul, donde pasamos dos noches visitado esta extraordinaria pero excesivamente turística ciudad.
Estambul – Safranbolu – Amasya
Desde Estambul, tomamo la carretera al NE hacia Safranbolu, alejándonos por fin del lío turístico. Las distancia entre ambas ciudad es de 400 km. (100 km de autopista).
Safranbolu posee una gloriosa colección de antiguas casa otomanas tan bien conservadas que han merecido la calificación de Patrimonio de la Humanidad.
Recomendable este hotel:
Cinci Hani
www.cincihan.com
Tfno: 712 0680
Al día siguiente, y tras hace multitud de compras de artesanía en Safranbolu, seguimos por carretera (365 Km.) a la ciudad de Amasya, pasando por la preciosa costa del Mar Negro, donde aprovechamos para dormir en Inebolu, en el hotel «YACAMOZ TATIL KOYU».
Al día siguiente, tomamos la carretera hacia el interior, pero antes de llegar a Amasya, paramos a comer unas truchas riquísimas en KOLAY (al sur de Bafra) en un merendero sobre el pantano.
Amasya fue el centro de un reino póntico. Su emplazamiento en un barranco rocoso complementa sus numerosos edificios históricos, especialmente las tumbas esculpidas en la roca de los reyes del Ponto y sus bellas y antiguas mezquitas y madrazas. Pero lo que la hace única es la supervivencia de tantas casas otomanas con entramado de madera.
Aquí visitamos las tumbas de los reyes pónticos, excavadas en una pared sobre la orilla norte del río, y sobre las tumbas se encuentra la ciudadela (Kale), de la que hoy queda muy poco.
Dormimos en:
Hotel Apple Palace (****)
www.theapplepalace.com.tr
Tfno: 219 0019
Nemrut – Ahlat – Ararat
Esta fue la etapa más interesante del viaje, ya que desde Nemrut, tras cruzar el bíblico rio Eufrates en una barcaza, seguimos hacia el este de Turquía, hasta llegar al inmenso lago Van.
Nos alojamos en la pequeña ciudad de Ahlat, a la orilla del lago, y visitamos el famoso cementerio Selyúcida. La experiencia fue extraordinaria.
Desde Ahlat, continuamos por la orilla del lago hacia el este, hasta llegar a Dogubayazit, en la actualidad un importante destacamento militar que vigila la frontera con el cercano Irán. Desde aquí, tomamos pistas hacia la cumbre del monte Ararat. La pista, cada vez más dura y pedregosa, parecía llegar hasta la misma cumbra, pero por falta de tiempo nos tuvimos que dar la vuelta a medio camino.
De vuelta, paramos a admirar las cataratas de Muradiye y finalmente nos alojamos en un hotel de carretera, nuevamente a orillas del lago Van, en el hotel Tusba, donde pudimos ver en directo una interesante demostración de música y bailes de la zona.
Van – Kurdistan – Mardin
Desde Van, decidimos dirigirnos al SE, entrando de lleno en la conflictiva zona del Kurdistán. Aquíu, encontramos multitud de pueblos entre las montañas, con unos paisajes increíbles y unos lugareños muy amables y simpáticos. De todas formas, a la entrada y salida de cada pueblo, un control militar con tanquetas nos daba la bienvenida y nos despedía.
Gran parte de esta etapa fue por pistas de montaña, ya que hay muy pocas carreteras asfaltadas por esta zona.
Casi al final de la jornada, llegamos a Hasankeyf, un curioso lugar a orillas del Eúfrates, con una antigua ciudad fortificada y una serie de restaurantes-chiringuitos metidos de lleno en el agua del río. Después de tomar algo en Hasankeyf, seguimos nuestro viaje con el objetivo de dormir en Mardin, una ciudad muy turística, pero con escaso interés para nosotros, acostumbrados ya a la auténtica e interesante parte de Turquía que acabábamos de visitar. Mardin resultó ser muy cara, pero eso si, con muy buenos hoteles.
Mardin – Urfa
A la mañana siguiente, salimos de Mardin, y nos abrimos paso por la imensa y achicharranete «llanura mesopotámica», hacia la sureña ciudad de Urfa (antigua Edessa) y conocida como la ciudad de los profetas. Es la ciudad turca con más ambiente árabe. Cuenta con lugares tan importantes como la cueva donde habitó Job y un lugar en el que estuvo Abraham (Golbasi).
Desde Urfa, hicimos una escapda hacia el sur para visitar la localidad bíblica de Harran con sus casas colmena (originarias del s. IIII a.c.), cerca de la frontera con Siria. Aquí se supone que estuvo viviendo muchos años Abraham.
Dormimos en Urfa:
Hotel Harran **** (con piscina)
Tfno: 313 2860
Ataturk Caddesi
Urfa-Gaziantep-Karamanmaras
Desde Urfa, continuamos hasta Gaziantep, ciudad famosa por producir los mejores pistachos del mundo, cuenta con una ciudadela impresionante, construida por los romanos, que cuando legamos estaba cerrada, pero convencimos la vigilante de que nos la abriera para poder visitarla. En la principal plaza de la ciudad, nos tomtamos unos ricos zumos y cogimos otra vez los coches hacia Karamanmaras.
En la tranquila pero moderna ciudad de Karamanmaras, famosa por ser la cuna de los helados turcos («dondurma»), dormimos en el Hotell Belli (al que nos acompañó amablemente un coche de la policía) y allí, descubirmos que estábamos al ladito de la famosa HELADERIA YASAR, así que nos bajamos a tomar un delicioso «dondurma», y nos sorprendió la visita del presidente partido CHP (líder de la oposición), el Sr. DENIZ BAYKAL.
Karamanmaras-Capadocia
Como no íbamos a hacer un viaje a Turquía sin pasar por la Capadocia, nos dirigimos de nuevo hacia el Norte, con dirección a Urgüp. Una vez allí, nos alojamos en el hotel Surban, muy bonito y tranquilo. La cena fue en el restaurante «Sömine», en la plaza de Urgüp (100% recomendable).
Lo que encontramos en la Capadocia chocaba drásticamente con nuestra impresión de Turquía en este viaje: la Capadocia era un sitio repleto de turistas, donde te cobraban hasta por aparcar en la calle, con personajes antipáticos e incluso algún engaño en las cuentas.
De todas formas, la visita a la Capadocia , no puede perderse:
Mirador de Ortahisar: (a 6 Km de Urgüp). Ofrece unas vistas extraordinarias del valle, y es especialmente recomendable visitarlo a la puesta del sol.
Uchisar: Este pueblo encaramado en la montaña sorprende por la extraordinaria fortaleza que ha sido excavada sobre el pueblo y a la que se asciende a través de varias escaleras interiores y exteriores. Desde la parte superior, hay unas vistas impresionantes de toda la Capadocia. Las chimeneas de las hadas situadas alrededor de Uchisar fueron excavadas y utilizadas como tumbas durante la era romana. En Uchisar encontramos varios comercios y artesanos que venden multitud de piezas decorativas con ónice, a unos precios razonables.
Göreme: Es el núcleo principal de la Capadocia. A la entrada hay un bello mirador que nos da una impresión general de lo que vamos a encontrar: infinidad de chimeneas de hadas y otras formaciones increíbles, que sirven como viviendas para sus actuales habitantes, y que además encierran iglesias cristianas con más de 1.500 años de antigüedad: Yusuf Koc, Durmus Kadir, Kiliclar, Tokali y muchas otras (especialmente en el «museo al aire libre»). En todas estas iglesias encontraremos extraordinarios frescos representando varias escenas de la Biblia; muchos de ellos han soportado muy bien el paso de más de 15 siglos, pero algunos han sido severamente dañados por iconoclastas musulmanes, tanto en el pasado como en algunos actos de vandalismo más recientes.
Ciudad subterránea de Özkonak : Situada a 14 km de Avanos, su función, al igual que el resto de ciudades subterráneas de esta zona, era proteger a sus habitantes de los múltiples ataques sufrido por los diferentes invasores a los largo de los siglos, y fueron utlizadas también por los primeros cristianos para protegerse de los romanos y, posteriormente de las incursiones árabes. En su interior, hay infinidad de galerías y algunos pozos de aireación.
El valle de Ihlara: Para llegar a él es necesario tomar un desvío situado a 11 Km. de Aksaray, dirección a Nevsehir. El valle, de 14 Km. de largo, discurre a una profundidad de 150 metros, y se pueden divisar, excavadas en las rocas, numerosas tumbas y capillas, algunas de ellas unidas por túneles como los de las ciudades subterráneas.
Capadocia-Konya-Costa
Desde Urgüp, nos hicimos 250 Km hasta Konya, ciudad visitada por multitud de peregrinos. En el Museo Mevlana (abierto de 9:00 a 17:30) encontramos la tumba de Celaleddin Rumi (Mevlana), poeta del s. XVI creador de los derviches giróvagos. Para ver las danzas Derviches, recomendamos contactar en Konya con la agencia Selene, Tfno: +90 332 353 67 45, www.selene.com.tr
Visitamos también el bazar de Konya, donde se puede comprar ropa, artesanía y te a unos precios increíbles.
Dormimos en el Hotel ANIS & SEMS (habitación regular y desayuno malo, pero amables)
Comemos en:
Restaurante Sifa
Mevlana Cadessi, 29
Al día siguiente, partimos hacia la costa, pasando por Antalya y haciendo una breve parada en Side, donde pudimos admirar las ruinas helénicas y romanas. Desde allí, seguimos bordeando la costa Licia hasta llegar a Cirali, un pueblo turístico pero tranquilo, donde encontramos un hotel extraordinario, que curiosamente era propiedad de una zamorana que se había casado con un turco y en temporada regentaba el hotel. Comimos muy bien y pasamos un par de días muy tranquilos. Aprovechamamos para hacer una visita desde aquí al famoso monte de la Chimera, adorado en la antigüedad, pues brota fuego de entre sus piedras desde hace miles de años.
Cirali-Aydin-Kannakale
Desde Cirali, hicimos una breve visita a Kale, donde pudimos ver la antiquísima Iglesia de San Nicolás, antes de tomar nuevamente el camino hacia el interior, que nos llevó a Pammukale.
En Pammukale, como es obvio, visitamos las piscinas naturales y otras artificiales (hechas a imagen y semejanza de las naturales), que son las únicas en las que te puedes bañar.
Desde Pammukale, seguimos por carretera hasta Aydin (nada interesante), donde nos alojamos en el Hotel Özlu, bastante regular, aunque intentamos antes dormir en el Hotel NISA (25 Km. antes de Aydin), en un alto en el monte. Buena pinta y 55 euros, pero lleno.
Desde Aydin, pasamos por Bergama, donde visitamos la acrópolis e hicimos algunas compras de artesanía. Aquí nos recomendaron comer en el KERVAN PIDE SALONU.
Antesde llegar a Kannakale, paramos a visitar las ruinas de la famosa Troya.
En Kannakale, nos alojamos en el Hotel Anafartalar, y cenamos pescado en uno de los restaurantes con terraza que hay frente al paseo marítimo.
Kannakale-Grecia
Desde Kannakale, cruzamos el estrecho de Dardanelos en un ferry y fuimos a visitar los antiguos campos de batalla de Gallipoli, donde en la Primera Guerra Mundial se enfrentaron en una gran batalla las tropas turcas contra los aliados Australianos y Neozelandeses (ANZAC).
Paramos a comer Kocaces, y desde ahí ya entramos directamente en Grecia, sin parar hasta Kavala, donde dormimos en el HOTEL GALAXY, que seguro que fue muy bonito en los años sesenta, pero que desde entonces nadie lo ha tocado.
Desde Kavala, seguimos por carretera, atravesando las montañas de Macedonia hasta el famoso Cañón de Vikos, un lugar de típico turismo rural, al pie del cañón más profundo del mundo (1000 metros). Al día siguiente, nos hicimos un lerguísimo y extenuante «trekking» por el cañon, hasta llegar al pueblo de Monodendri, desde le que tomamos un taxi que nos llevó de vuelta a Vikos.
El viaje continuó hasta Igoumenitsa, donde tras un baño en la playa esperamos a la noche, para tomar el ferry que nos llevaría de vuelta a Italia, y desde allí a casa.